martes, 11 de abril de 2023

[SPN-ENG] Circe

 


No siempre fue así: en otros tiempos, donde la épica brillaba con todo el esplendor del mito y sea porque el mar y el viento se transformaron, irremediablemente, en el mazo y en el escoplo con los que pacientemente la Naturaleza fue esculpiendo la piedra de este mundo o, porque, en ese fondo de verdad que siempre subyace en todas las leyendas, Circe, despechada por la partida de Ulises, descargara toda su furia y derribara con sus poderes sobrenaturales el hermoso puente que lo unía con la costa, lo cierto es que este lugar ya no volvió a ser el mismo y a partir de entonces, adquirió, entre los curtidos pescadores de la zona, una insólita mala fama, hasta el punto de que procuraban mantener siempre a distancia las proas de sus pequeñas embarcaciones.



De aquél intrépido Ulises, se cuenta que continuó viaje y que habiendo superado con creces la edad en la que Dante encontró la iluminación para escribir la Divina Comedia, llegó por fin a Ítaca, siendo ya muy viejo y estando muy cansado, pero feliz de cuantas experiencias y aventuras había tenido en su camino. Nada se volvió a saber de Circe, salvo que se recluyó en lo más profundo de su desmochado palacio marino, languideciendo lentamente, mientras veía los barcos pasar, sin otra compañía que las gaviotas, que, ocasionalmente, acudían a aparearse en la cima y ajena, dada su condición de inmortal, a esas horas que hieren al hombre, completamente a salvo de la última, que es, en realidad, la que lo mata.



It was not always like this: in other times, when the epic shone with all the splendor of the myth and it is because the sea and the wind were transformed, inevitably, into the mallet and the chisel with which Nature patiently sculpted the stone of this world or, because, in that depth of truth that always underlies all legends, Circe, spiteful for the departure of Ulysses, unleashed all her fury and demolished with her supernatural powers the beautiful bridge that linked it to the coast, the truth It is that this place was never the same again and from then on, it acquired an unusually bad reputation among the hardened fishermen of the area, to the point that they always tried to keep the prows of their small boats at a distance.




It is said of that intrepid Ulysses that he continued his journey and that, having far exceeded the age at which Dante found enlightenment to write the Divine Comedy, he finally arrived in Ithaca, being already very old and very tired, but happy with how many experiences and adventures he had had on his way. Nothing was heard from Circe again, except that she secluded herself in the depths of her pollarded marine palace, slowly languishing, while she watched the ships go by, with no other company than the seagulls, which occasionally came to mate on the top and strangers, given his immortal status, at those hours that hurt man, completely safe from the last one, which is, in reality, the one that kills him.



AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.

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