viernes, 13 de noviembre de 2020

Distorsiones Dalinianas: el Otoño



Cercana ya la fecha del Solsticio de Invierno, cuya solemnidad coincide con la Natividad, el otoño comienza a encogerse sobre sí mismo, hasta llegar a convertirse en un recuerdo más, escondido en el laberinto de la memoria.



No obstante, incluso en este momento en el que progresivamente el árbol de hoja peremne comienza a estremecerse en la lenta agonía que ha de llevarle inevitablemente a su desnudez, todavía se aprecian en él gloriosos destellos de belleza, capaces de sublimar a los veleidosos sentidos.



Girando en los torbellinos del tiempo, desvirtuándose en oleadas que giran inevitablemente sobre sí mismas, esparciéndose como se expande una galaxia en el Universo, su efímero esplendor nos señala, también, la promesa futura de un nuevo retoño.



Porque sujeto también a las leyes universales, incluso el otoño representa de facto esa energía que ni se crea ni se destruye, puesto que tan sólo se transforma.



AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.


Si quieres seguirme en Twitter: https://twitter.com/juancar347

No hay comentarios:

Publicar un comentario